Carlos
me despertó. Ya habíamos llegado al aeropuerto de París. Nos
bajamos y cogimos nuestro equipaje. Hacía una calor terrible.
Pasamos las maletas donde se registran y salimos del aeropuerto.
Cogimos dos taxis. Llegamos al hotel y vi a mucha gente con
pantalones cortos y camisetas de tirantes. Me quedé extrañada.
Ahora mismo debería estar nevando. Pregunté a Isabel donde
estábamos. Me dijo que estábamos en Ibiza. Le dije que era
imposible, porque deberíamos haber ido en barco. Me dijo que no,
porque a ella le daba mareo y vomitaba. Me cabreé muchísimo. Nos
habíamos llevado ropa de invierno. ¿Y ahora con que nos íbamos a
vestir?. A gastar más dinero.
-______,
no te pongas así-
-Tengo
derecho a comportarme como quiera. ¿Ibiza? ¿En serio? Por qué
mierdas no me dijisteis que íbamos a Ibiza. A gastar más dinero.
Bien, bien a todas vosotras-dije aplaudiendo.
-Dios
_____, te cabreas por nada-
-¿Que
me cabreo por nada? Sabes lo que es tener la ilusión de ir a París,
París, la ciudad del amor. Donde todos tus sueños se cumple. Y mira
donde nos encontramos. En Ibiza. El lugar donde se gasta más dinero-
-_____,
hemos venido aquí por una única razón-
-¿Cuál?
Cuéntamelo, será una buena idea-dije en modo irónico-
-No
podemos. Es imposible-
-El
problema es que no confiáis en mi. Nadie confía en mi. Incluida mi
hermana-dije cogiendo mi maleta.
-________,
yo si confío en ti-dijo Carlos cogiéndome del brazo.
Le
miré. No sabía que hacer. Me solté de su agarre. Entre en el
hotel, en mi habitación y me acosté en la cama. Me quedé mirando
el techo. Seguía sin entender que hacía allí, porque no volvía a
Madrid. Me quedé en la misma posición. Era mejor no pensar en ello,
no hablar, no moverse...Algo hacía que no me moviera de ese lugar.
Me levanté de la cama, cogí algo de dinero y me fui de compras.
{…}
Entré
a una peluquería. No tenía nada que ver con lo de no tener ropa.
Pero llevaba tiempo sin cortarme el pelo. Además, me quería hacer
unas mechas.
-Señorita,
que quiere que le haga-
-Quiero
cortarme el pelo, unos 4 dedos, y hacerme unas mechas-
-De
qué color-
-Hazme
las mechas californianas-
-Como
usted quiera-
Mientras
que la peluquera me cortaba el pelo, me quedé mirando a una clienta.
Me sonaba muchísimo. De repente oí que decían su nombre. Y comencé
a hablarle:
-Hola-
-Ah,
hola-
-¿Cómo
te llamas?-
-Encarni-
-¿Encarni,
eres tú?-
-¿_____?-
-Sí,
soy yo-
-Qué
fuerte. Cuanto tiempo, joder. Has cambiado muchísimo-
-Y
tu también-
-¿Qué
tal?¿Cómo te va la vida?-
-Ahí
vamos-
-¿Mal?-
-Tengo
20 años, estoy soltera pero no estoy entera-
-¿Te
dejó tu novio y encima te desfloró?-
-Ya
ves-nos reímos las dos
{…}
Fuimos
un rato a pasear y a comprar ropa. Le conté como iba mi vida. Nos
fuimos a comprar un helado. Se puede decir que nos lo pasamos muy
bien.
{…}
No hay comentarios:
Publicar un comentario