Entramos
hacia la habitación. Cuando llegamos al salón, todas se nos
quedaron mirándonos.
-¿Qué?-dije
tirando el bolso al sofá.
-Nada,
nada-se dispersaron todas.
-Esperad-dije
sentándome
Todas
resoplaron. No sabía que cojones hacían los chicos allí.
Seguramente les hacían un trabajito.
-Mi
hermana me ha llamado esta mañana-
-¿Qué
dices?-
-Su
novio la ha dejado-
-¿Qué
pollas me estás contando?-dijo María C
-¿Qué?-dijo
Dani
-Está
en Madrid y no quiero que celebre el año nuevo sola. ¿Podréis
hacerme un favor?-
-Habla-dijo
Álvaro
-Tenemos
que llegar a Madrid a las 9:00. Es un récord imposible. Pero
podremos intentarlo. El avión llega a las 8:30. Tenemos menos de
media hora para comprar cosas. La comida la prepararemos allí-
-Me
apunto-
-Vale,
pero por favor, no le habléis del asunto, está fatal-
Dani
se quedó con los ojos como platos.
-Todo
se puede intentar ¿no?-
Fuí
corriendo a mi cuarto a hacer las maletas. Llamé a Carlos. El avión
salia a las 14:00 horas. Salí de mi habitación. Eran las 13:30.
Íbamos tarde. Las chicas y yo cogimos dos taxis. Era más viejo que
la letanía. Y estaba más sucio que la tirita de un mecánico. Pero
cobraban barato.
-Qué
asco, por favor-dijo María C
-Te
jodes, que es más barato, que no tenemos money, money-
María
C se sentó como pudo. Estábamos 9 personas. Nos montamos como
pudimos.
-Rápido,
por favor-
-Eso
está hecho-
El
taxi fue a toda hostia. Nos pusimos a gritar. Me agarré como pude a
la puerta. Como era tan vieja, me la cargué. Chillamos mas.
-Fátima,
la puerta-dije gritándo
Se
veía la carretera
-Espera-
La
solté y se cayó a la carretera. Gritamos más.
-Para
el taxi-
-No
puedo, los frenos no van-
-¿Qué?-
Chillamos
todo lo que pudimos. Empujé a la derecha para no caerme. Entonces se
abrió la otra puerta. Chillamos de nuevo. Fátima la intentaba
agarrar por todo el camino. Llegamos afónicas al aeropuerto. Salimos
apelotonadas.
-¿Qué
ha pasado?-dijo Blas
-Mejor
nos callamos, que no quiero acordarme de esto para toda mi vida-dijo
Juana María.
Fátima
salió por la derecha con la puerta en la mano. El taxi se fue. Y
Fátima seguía teniendo la puerta en la mano. Los demás seguimos
adelante.
-¿Eh?
Que te dejas esto-
Él
no paro para nada. Ni siquiera pagamos.
-Tss-dijo
Fátima dejando la puerta en el suelo. Miró hacia los lados y salió
corriendo hacia nosotros, que íbamos más adelantados.
Nos
dejo las maletas en el suelo. Las cogimos y nos adentramos en el
aeropuerto.
{…}
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