Vistas de página en total

jueves, 23 de enero de 2014

Capítulo 32


Nos fuimos por separado. La verdad, es que si Cristy nos viese juntos pensaría de que estaríamos juntos. Llegué un poco mas tarde que él.
-Hola-
-Hola-puse sonrisa falsa
-¿Dónde has estado?-
Miré a Carlos preocupada y Carlos también.
-Ha ido a dar un paseo-dijo Carlos metiéndose en la conversación.
-¿Cómo lo sabes?-
Todos miraban a Carlos. Hice señas a Carlos a escondidas
-A...por un anillo de boda-
-Ah, vale-
Subí a mi habitación y Carlos detrás de mi.
-¿Por qué has dicho lo del anillo?-
Le miré
-Bah, no importa-
-Por eso he venido detrás de ti, para que me lo expliques-
-Carlos, ¿te gusta?-
Me miró preocupado
-No lo sé, tengo un cacao mental-
-¿Y para que te vas a casar con ella?-
No tenía respuesta.
-¿Querías darme celos?-
-No, no, no es eso-
-Ah, es verdad, si estuve secuestrada. Por eso no te importo-
-A ti te gusta mucho meter leña al fuego, ¿verdad?-
-¡Bajad! Voy a preparar unos cafés – dijo mi hermana Fátima desde a bajo
Miramos hacia la puerta
-Mejor, no quiero seguir con esta conversación-dije cabreada

{…}

Bajamos abajo y estaba la mesa puesta con unos cuantos cafés. Nos sentamos todos. Me senté en frente de Carlos y Carlos se sentó al lado de Cristy. Le miré con asco.
-¿Carlos, quieres azúcar?-
-No, si no le hace falta, ya tiene demasiado almacenado-dije dando un sorbo a mi café. Le miré malvadamente.
Fátima llegaba con los pasteles y me los tiró encima.
-¡Me cago en la puta! Que la camiseta es nueva-
-¡Ay! Qué pena. Que suerte que tengas muchas más-dijo en tono irónico.
Le miré a mala gana. Y él hizo lo mismo.
-Carlos, ¿has visto alguna vez a una persona metiéndole una hostia? ¿Quieres saber si duelen o no?-
Carlos me miró malvadamente.
Esto iba a terminar mal, fatal, mejor dicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario