Pasaban
los meses y eran horribles. Mas bien, eran infernales. Llevábamos 7
meses secuestradas en aquella pocilga. Nos querían violar. Yo ya
había pasado por ello. Me pasaba los días y las noches llorando.
Quería volver a mi vida normal.
-Hola-
-¿Qué
quieres? ¿No vas a violarme, como los demás?-
-Quiero
ser un amigo tuyo-
-Si
fueras mi amigo, no me tendrías secuestrada-
-Por
eso, te voy a sacar de aquí-
-Qué
tipo de secuestrador eres tu-
-No
soy secuestrador, soy policía. Me hago pasar por uno de ellos para
salvaros, los padres de Lourdes han dado órdenes de búsqueda-
-¿Y
no llamas a los demás?-
-No,
sería muy precipitado, esto debería ser disimulado. Esta noche me
paso por aquí y te saco-
-Gracias-
-Es
mi trabajo-
No
le conté el plan a Lourdes, no confiaba mucho en ella.
{…}
Eran
las doce y empecé a preocuparme. No llegaba. Seguramente sería una
mentira, para reírse de mi. Alguien abrió la puerta. Era el.
Desperté a Lourdes. Me preguntó un poco cansada que pasaba. Solo le
dije que me siguiera. Se llamaba Juan. Juan nos llevó hasta afuera.
-¿No
nos lleva a la ciudad?-
-Toma,
coged un taxi. Si me pillan la cago-dijo dándome dinero
-Muchísimas
gracias, vamos Lourdes-dije dándole la mano
Estuvimos
mucho rato andando hasta que llegamos a una carretera. Estuvimos
haciendo autostop. No quise gastar el dinero para un taxi. Era mejor
gastarlo para algo importante. Un coche paró y nos llevó a la
ciudad de Madrid. Nos alojamos en un hotel. Pasamos la noche y a la
mañana siguiente fuimos a mi casa anterior.
-_____-
-Dime-
-No
te separes de mi, por favor. Tengo miedo-
-No
te preocupes, no te pasará nada-dije abrazándole
Lourdes
tenía 3 años menos que yo. Yo tenía 19 ya cumplidos. Abrí la
puerta. No había nadie.
-¿Elvira?-
No
respondió nadie.
-¿Hola?-
Llegaron
2 chicos con sofás y camas.
-Eh,
eh, ¿que hacen?-
-Amueblando
el hogar-
-Pero,
es mi casa-
-No
lo creo, los dueños antiguos la vendieron-
-¿Dónde
están?-
-Yo
le voy a dar el número de teléfono del comprador y ya habla con el-
-Gracias-
Salimos
de allí y nos fuimos a una cabina.
-¿Hola?-
-Hola-
-¿Quién
es usted?-
-Necesito
su ayuda-
-Diga-
-Los
dueños anteriores que os vendieron el piso, ¿dónde están?-
En
Estados Unidos-
-Mi
hermana es una de ellas y he perdido su comunicación-
-Le
doy su número y ya habla con ella-
-Gracias-
-No
hay de que-
Colgué.
Miré y me quedaba poco dinero. Solo me daba para dos billetes de
avión y unos cuantos centavos mas para el teléfono. La llamé y
estuvimos hablando. Fuimos corriendo al avión y nos montamos.
{…}
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